Cementerio de la Recoleta (30min):

Cementerio de la Recoleta

Sin duda es uno de las visitas más populares entre los turistas. El acceso es libre y en la entrada se pueden obtener mapas gratuitos. Si os apetece, merece la pena dar un pequeño paseo y ver los diferentes mausoleos y tumbas, algunas de ellas auténticas obras de arte.

Aunque lo que todo el mundo aquí busca desesperadamente es la tumba de Evita, cosa que no es nada fácil y más de uno pierde muchísimo tiempo Este es el truco para encontrarla más rápido que nadie:

Seguir las indicaciones Mausoleo DF Sarmiento que hay desde la entrada: al entrar en el cementerio, girar a mano izquierda, luego torcer a mano derecha en la última gran avenida. Finalmente hay una tercera indicación a la izquierda, pero ésta no debéis tomarla. En su lugar, seguir 5 pasillos más y entonces girar a mano izquierda. En ese pasillo encontraréis el mausoleo de los Duarte, donde se encuentran los restos de Eva Perón. Curiosamente es uno de los mausoleos más sencillos y discretos

En realidad, más que la propia tumba, lo interesante es el periplo que sufrió la pobre Evita una vez se murió. El dictador argentino Aramburu, para evitar que fuera venerada, secuestró su cadáver embalsamado. Durante meses estuvo guardado en una camioneta que iban estacionando en diferentes lugares. A continuación un coronel recibió la orden de esconderlo y la guardó en el sótano de su casa donde cuentan que su propia hija jugaba con ella como si fuera una muñeca gigante. Dicen las malas lenguas que el militar se enamoró de Evita y por eso fue enviada a Italia, donde un sacerdote la enterró en Milán bajo un nombre falso. En 1976, 24 años después de su muerte y después de dar algunos tumbos más, finalmente fue devuelta a la familia Duarte que la enterró en este cementerio.

A la salida del cementerio hay un montón de sitios súper agradables en los que podréis descansar y tomar un café, helado o una cerveza.