Qué beber en Brasil «

Hasta el más abstemio sabe que la bebida nacional brasileña es la caipirinha, aunque no todos saben que viene del jugo de la caña de azúcar que los esclavos mezclaban con frutas. La tradicional es la de “limao” pero no dejéis de probarla de cualquier sabor! Sobretodo la de “morangos” (fresas), maracuyá (fruta de la pasión) o la de coco. O incluso con vodka en vez de cachaça, las ya famososas caipiroskas. Según la zona os costarán desde 6 a 12 R$.

Aunque si queréis beber sin arruinaros la mejor opción es la “cerveja” (cerveza). Por unos 6 o 7 R$ tenéis las “garrafas”, botellas de 600ml de cerveza de marca. No hay país del mundo donde las probaréis más frías!!! (“geladas” si queréis pedirlo en portugués). Será porque con el calor que abrasa por aquí la cerveza se queda caliente en dos minutos y están bien preparados. Pero es que no hay sitio donde te la sirvan no fría sino helada y siempre dentro de una especie de cubitera cerrada con forma de botella.

Nuestra cerveza preferida es la Bramha, más tradicional, o la Bohemia, con un punto de sabor a banana (aunque nadie nos lo ha podido confirmar…). La Skol, en cambio, se queda corta de sabor pero fría sigue siendo buena. La Schin y la Itaipava estarían en medio, no tan ricas como la Bramha pero por encima de la Skol.

Sobre los vinos brasileños, tenemos grandes dudas… A priori diríamos que ni probarlos, pero es verdad que siempre que hemos tomado alguno nos ha gustado, ni que sea un poquinho… La mejor recomendación, pedid siempre una copa y si os gusta lanzaros!

No podemos acabar este punto sin hablar del tradicional coco con pajita que encontraréis en todas las playas. Por 3-5 R$, os abrirán el coco delante vuestro y a beber que son cuatro días… Aunque lo tengan guardado entre hielo y por fuera esté helado, pocas veces el “suco” llega a estar frío de verdad. Y, si somos honestos, tampoco vale mucho pero por probar que no quede!

Aunque por probar, no dejéis de poneros vasitos de todos los “sucos” (zumos) de todo tipo que encontraréis en todos los “café do manhana” (desayunos). En muchos sitios están aguados o tendrán sabores demasiados extraños para un europeo, pero en otros os acabaréis la jarra vosotros solos!