Cena en Ámsterdam:

Para cenar esta noche os recomendamos el Eetcafé Loetje (Johannes Vermeerstraat 52, en el cruce con Ruysdaelstraat, por el distrito de los museos). Sirven unos solomillos de ternera absolutamente espectaculares que se deshacen literalmente en la boca (biefstuk, 16,75€). Acompañarlos de patatas fritas (3,25€) y ensalada (4,50€). De postre, es muy bueno el pastel especialidad de la casa, el sticky toffee (5,25€). Acompañando la comida de un vaso de vino tinto, la cena os saldrá por unos 30-35€ por persona. Para llegar, podéis ir en bici o en tranvía (parada Ruysdaelstraat L16 y 24). Está un poco fuera de toda la parte turística pero vale la pena. Tanto por la comida como porque es una forma de ver el Amsterdam más local.

Si os da pereza ir hasta aquí por la noche, podéis dejarlo para el día siguiente después de la visita a los museos (si sois amantes de la carne no podéis perdéroslo!). Entonces os recomendamos cenar en el Pastini (Leidsegracht 29). Un italiano muy acogedor situado en uno de los canales más bonitos de Ámsterdam donde la pasta está buenísima (14-16€ el plato de pasta).

Si preferís una opción más low cost, siempre tenéis la hamburguesería más famosa de Ámsterdam, Burguer Bar (hay dos locales, uno en Reguliersbreestraat 9, cerca del mercado de las flores, y el otro en Kolksteeg 2, cerca de la Plaza Dam). Aunque situado en calles de lo más turísticas y con pinta de cadena de Fast Food, sus hambuguesas (4,95-12,95€) y patatas fritas (2,50€) son de primera. No dejéis de probar la hamburguesa de ternera de cobe (¡Para muchos la mejor carne del mundo!).