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África, después de haber estado de safari por cinco países diferentes.

Cráter del Ngorongoro, Tanzania:

Uno de los sitios más bonitos que nunca hemos visto. Parece un espejismo con paredes de más de 600 metros de altura, formando una valla natural dentro de la cual viven miles de animales como si estuvieran en un sueño. Sólo por ello ya vale la pena ir. Allí pudimos ver a un rinoceronte negro, algo nada habitual.

Parque Tarangire, Tanzania:

Lleno de moscas Tse-Tse, con un río que siempre baja lleno, por lo que tiene fauna todo el año, sobretodo elefantes y cebras. Moscas aparte, no vale mucho la pena.

Parque Masai Mara o Massai Mara, Kenia:

La continuación del Serengeti por el norte. Un paisaje precioso con todo tipo de animales. Igual que en Tanzania pero mucho más barato. Además hay campings de tiendas fijas por un precio muy razonable y con agua caliente. Imposible ir por tu cuenta como en la mayor parte de Kenia. La situación política y las peores carreteras del mundo recomiendan que vayas en un tour. Ahora las están arreglando pero vete a saber cuándo acabarán.

Monte Kenya, Kenia:

El segundo pico más alto de Africa, 5400 metros, con una forma muy especial. Sólo vale la pena ir si encontráis una buena oferta en el Serena Hotel. Es una cadena de Hoteles de lujo en África del Este cuya misión es “satisfacer a nuestros clientes por encima de sus expectativas” y en su hotel de Mt Kenya realmente lo consiguen. Desayuno con cava, habitaciones con terraza y vistas a la charca, bunker con mirador en medio del waterhole, reclamo para gatos salvajes y leopardos, alarma las 24 horas para avistamiento de los animales que tú mismo indiques, etc.

Lago Nakuru, Kenia:

Famoso por sus flamencos rosas pero los encontraréis igual o incluso en mayor número en el Lago Manyara o en el Ngorongoro. Aquí, en cambio, como cada vez hay menos agua prefieren emigrar al sur. Eso sí, está lleno de rinocerontes blancos reintroducidos, tantos que pierde la gracia. Dicen que es uno de los mejores sitios para ver leopardos pero todavía andamos buscándolos. Lo mejor, que está cerca de Nairobi y puedes dormir en una cama de hotel al tener la ciudad de Nakuru al lado.

Parque Amboseli, Kenia:

Sería un desierto si no fuera por el continuo deshielo del Kilimanjaro, la montaña más alta de África que, aunque está en Tanzania, da vida a este parque. Sin duda, vale la pena verlo, no sólo por su forma especial sino porque parece una aparición en medio de la nada. Los elefantes, leones, guepardos y demás bichos que campan por aquí son un regalo adicional. Nadie se pone de acuerdo sobre cuando es el mejor momento del año para verlo sin brumas, así que mejor estar un par de noches para asegurarse. Si alguien quiere subirlo debe hacerlo desde Mosha en Tanzania. Cinco o seis días y un poco de buena forma física son más que suficientes. Las agencias lo ponen tan en bandeja que los sherpas del Himalaya parecen aprendices a su lado.