Monta tu viaje con nuestras rutas

Empezar a planificar mi viaje

Don't be guiri!

Rutas y restaurantes para disfrutar de tu viaje más que nunca

Isla de Pascua, Chile

Ahora hace tiempo que nadie nos pregunta por la maleta y en cambio sí lo hacen sobre qué países les recomendamos visitar. Y tiene su lógica. A lo largo de la vida una persona normal podrá hacer como mucho entre diez y veinte viajes de larga duración, es decir de una a cuatro semanas, así que más vale elegir bien porque la lista de sitios para ver es larga. Al final del libro hemos incluido un ranking con todos los países que hemos visitado ordenados según diferentes criterios. Además en nuestra web www.way-away.es encontraréis un Recomendador de Destinos. Según los días que tengáis disponibles, la época del año en que queráis viajar, vuestro presupuesto y los intereses que más os llamen la atención, podréis encontrar qué países se adaptarán mejor a vuestras preferencias.

Eso sí, tomarlo sólo como indicaciones porque un viaje se compone de sensaciones y no conocemos ninguna lista ni guía que sea capaz de explicarlas. Por eso os queremos hacer un pequeño regalo, nuestro tesoro. Son aquellos sitios del mundo que nos han hecho sentir emociones diferentes, especiales, por las que vale la pena haberlo dejado todo. No son ciudades maravillosas, ni pueblos famosos. Tampoco son playas desiertas o espectáculos multitudinarios, ni mucho menos monumentos o edificios, antiguos o modernos. Son ocho formas de ver sitios que salen en las guías como una visita más por la que posiblemente tendréis que pagar una entrada pero que para nosotros son momentos que ya no tienen precio:

Petra, Jordania Lijiang, China Hakone, Japón

1. Si queréis sentiros como Indiana Jones descubriendo templos en medio del desierto, id a Jordania y entrad en la gruta de Petra a las seis de la mañana. Así seréis los primeros en llegar solos a su famoso Tesoro. Después subid caminando hasta la Mesa del Sacrificio y bajad por atrás, explorando cada rincón como si nadie hubiera andado esos senderos durante siglos.

Himalaya, Tibet2. Si queréis sentiros como un espía en plena guerra fría, visitad el Tíbet desde Nepal después de haber cruzado el Himalaya en 4×4. Lo mejor, cuando lleguéis a la frontera controlada por los chinos, donde pasaréis de un país a otro caminando por un puente rodeado de montañas angostas y soldados firmes. Cuando montéis de nuevo en el jeep, tendréis la sensación de estar huyendo por una carretera que le daría vértigo al mismísimo Alfred Hitchock.

 
3. Si queréis sentiros como uno más de los mil millones de chinos, id a Beijing y moveros por toda la ciudad en bicicleta. Pedaleando por sus avenidas y comiendo en sus callejones os sentiréis más cerca que nunca de ese país, cosa que no es nada fácil conseguir, ni siquiera después de vivir allí durante años.

4. Si queréis viajar al pasado id a Lijiang, un pequeño pueblo de la China interior. Es el sitio más bonito que nunca hemos visto, con sus calles de piedra medievales y decenas de pequeños puentes por debajo de los cuales corren los riachuelos. En su agua cristalina veréis reflejados los farolillos rojos que cuelgan de todas las ventanas.

Shibuya, Tokio, Japón

5. Si queréis sentiros en el Oriente más lejano, tanto que parece el futuro, id a Tokio, coger el metro y visitad sus barrios donde los jóvenes marcan la moda más trendy de todo el planeta. El sábado por la mañana no dejéis de ir al Fish Market. Haced como ellos y desayunad sushi como si fuera un brunch de domingo o de resaca.

6. Si queréis sentiros como un samurai, dormid una noche en un ryokan de Hakone, pueblo de aguas volcánicas y termas de lujo. Primero relajaros en el jacuzzi exterior, un gran barril de madera lleno de agua caliente hasta rebosar, en medio de un jardín zen. Después ducharos al estilo japonés, sentados en un taburete y utilizando una toallita como esponja con la que deberéis soltar el agua a chorros sobre vuestra nuca. Finalmente, dejad que una geisha os sirva la cena en el mismo tatami donde después os colocarán el futon para dormir. No olvidéis de poneros el kimono que os dejarán doblado como si fuera un vestido de noche.

Koala, Magnetic Island, Australia

7. Si queréis sentiros como un niño, id a Australia y buscad a sus extraños animales en libertad. Desde los canguros del parque Kakadu, hasta los koalas en Magnetic Island, pasando por los tiburones en la Gran Barrera de Coral. Cada vez que descubráis a uno de ellos, os emocionaréis como cuando erais pequeños.

8. Si queréis sentir que estáis en otro planeta, entrad en las cuevas de Waitomo en Nueva Zelanda y haced black rafting . Cuando estéis flotando a oscuras en el lago subterráneo y veáis cientos de gusanos fluorescentes colgando del techo de la caverna, pensaréis que de cualquiera de esas estalagmitas gigantes podría salir un nuevo Alien.

Posted In: Vuelta al Mundo

Etiquetas: