Dónde cenar en Leblon: ruta de “botecos” por Leblon «

Por orden de la ruta: pedir al taxi que os deje en el Jobi, al final de Leblon

1. Jobi en Ataulfo de Paiva 1166, con Rua General Artigas (sardinas fritas, filet mignon con queso, casquinha de siri)

2. Boteco Belmonte en Rua Dias Ferreira 521, esquina con Rua General Venancio Flores Boteco Belmonte (todo tipo de boulinhos y pasteles desde 4,70 R$)

3. Bar Bracarense en Rua Jose Linhares 85-B, casi con Ataulfo de Paiva
Bolinha camarao con catupiry, bacalaho o feijoada 2.90 R$ la unidad (1,2 €)
Empanada de carne seca con catupiry 4 R$ (1,6 €)
Cerveza chopp (de barril) 5.10 R$ (2,4 €)

4. Chico e Alaide en Rua Dias Ferreira 679, esquina con Av Bartolomeu Mitre (barquinha de peixe e camarao por 5.60 R$, caldo de frutos do mar por 17 R$)

5. Academia de Cachaça en Rua Conde de Bernadote 26 (sería la continuación de Rua Dias Ferreira, una vez cruzada la Av Bartolomeu Mitre)
Sampling de caipirinhas

No podéis iros de Río de Janeiro sin hacer la ruta de “botecos” por Leblon. Entre un bar y un restaurante, los botecos o botequims son bares tradicionales con terraza la mayoría de ellos y, más que tapas, son platos pero no tan abundantes como los de un restaurante normal. Aquí tenéis dos opciones: o seguís la ruta que os vamos a proponer y vais probando o elegís uno de ellos y pasáis allí la tarde-noche. Nuestra recomendación: si es fin de semana o festivo, estarán todos abarrotados así que mejor hacer la cola en uno de ellos y una vez estéis sentados lo disfrutáis con calma. En ese caso, los dos mejores son el super-clásico Jobi o el relativamente nuevo pero ya famoso Chico e Alcaide.

Si hacéis la ruta podéis empezar por Jobi, pasar por el Belmonte (es de una cadena pero siempre está abarrotado), llegad hasta el Bracarense (por el camino si vais por la Rua Umberto y tenéis sed encontraéis otro boteco para hacer una paradita) y después volver un poco para atrás y hacia arriba para llegar a Chico e Alcaide. Cuando acabéis, si todavía os quedan ganas, bien cerca tenéis la Academia de Cachaça donde podéis tomar el “sampling de caipirinhas”. ¡Sólo que tuviera un poquito de encanto sería un gran sitio! En todo caso, una capirinha es una caipirinha!