Dónde comer carne a la brasa en La Cerdanya «

La Queixalada, calle Notari Ortodó 13, Puigcerdà (al final a mano izquierda del paseo semi-peatonal Passeig Deu d’Abril)

Puerta de madera. Sin ventanas al exterior. Calle estrecha. Sin gente de paso. Durante años lo tuvimos escrito en nuestra lista de restaurantes a probar. ¿Sus méritos? El vendedor de Frigo de la zona nos insistía una y otra vez que era el mejor sitio de toda la Cerdanya.

Finalmente le hicimos caso. Una cosa es verdad, sus precios no son para venir cada día y por eso el cocinero se basta para él mismo tomar nota, cocinar, servir y hasta dar conversación si es necesario. Y es una pena, porque el tío cocina de maravilla y, bajándole 5 euros a todos los platos llenaría hasta la bandera.

La escalivada estaba de muerte (13 €), el chuletón hecho en las pequeñas brasas que se pueden ver desde el comedor fantástico (23 €) y la pata de cordero hecha al horno una delicia (23 €). Pan tostado con tomate y ajo para entrear, y una buena cuenta para salir. Eso sí, a mi no me importa pagar 40 € por cabeza si salgo con la sensación de que era imposible haber cenado mejor.