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Rutas y restaurantes para disfrutar de tu viaje más que nunca

Twisted tits es el nombre del bar donde George Cloony y Quentin Tarantino han quedado con su contacto en México en la película “Abierto hasta el amanecer”. Acabamos de pasar una semana en Amsterdam y no vimos ninguno con el mismo nombre pero tenemos la sensación de haberlo visto varias veces. Ciudad sin ley, aquí la Mari Juana es la hermana tonta del cotarro. Aquí la que mueve la pasta es la Chuperecita Roja y sus cientos de lobos. The Red Light, el Barrio Rojo. Decenas de escaparates donde rusas, latinas y chinas se ganan el pasaporte al infierno poniendo calientes a los gamberretes que las miran como si fueran una viñeta de cómic. Apenas cinco segundos y con un pequeño gesto -bajarse la cinta de las bragas, una mirada lasciva o un movimiento sinuoso- son capaces de generar en los cataplines del baboso una producción extra de esperma que lo hará volver una hora después, cuando con cualquier excusa haya podido librarse de sus amiguetes hoy, chivatos mañana.

Esto de mirar cómo otros se van a poner las botas le abre el apetito a cualquiera. Por eso el Barrio Rojo está rodeado de cientos de restaurantes bien cutres. Fast foods que lo tienen todo de fast y muy poco de food. También vendings con todo tipo de comida basura. Es evidente que estas calles no son el mejor sitio del mundo para pasear, ni mucho menos para comer. Así y todo miles de turistas pican cada día. Y los que más, los españoles y catalanes. Llenas están las terrazas de Pepes y Marías, Jordis y Mercés. Y eso que Amsterdam es una de las ciudades más bonitas del mundo, con rincones tan bonitos que difícilmente se podrían encontrar en ninguna otra parte. En muchos de sus preciosos canales, en cualquier esquina o puente, es fácil encontrar un bar con encanto o una cafetería con historia, todos siempre con agradables terrazas en las que una cerveza sabe a gloria! Pero nuestras hordas invasoras prefieren el Barrio Rojo…

Dicho esto, en el centro de Amsterdam también se puede comer bien. Conocemos un sitio local para tomar foundes de queso y filete al estilo café de Paris que es para morirse. O si queréis probar una de las mejores hamburguesas del mundo de carne de Kobe, aquí tenéis un pequeño bar que en las manos de un empresario con ganas de forrarse ya sería una multinacional. Y también es verdad que un paseo por esas calles es todo un espectáculo… pero un paseo y ya está. Si alguna vez vais a Amsterdam, no perdáis más de una tarde en su Barrio sin Ley. El resto de vuestro fin de semana alquilad una bicicleta o simplemente daros un paseo por todo Jordan, el barrio de las nueve calles, e ir descubriendo rincones y canales que os darán ganas de quedaros a vivir en cualquiera de sus casas (terrazas de los propios locales).

O si no tenéis ganas de equivocaros, utilizad el Planificador de Viajes a Amsterdam de Way Away. Así de fácil.

Itinerario recomendado para visitar Amsterdam con restaurantes a lo largo de la ruta.





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